Montevideo, 26 de junio de 2016
Queridas comunidades cristianas del Barrio Marconi:
Hace un mes que el barrio se vio sacudido por una situación dolorosa y en este tiempo he podido visitarlos. He sentido muy fuerte el amor que tienen al barrio y a su gente. Me ha impresionado que saben descubrir el montón de aspectos positivos que allí se viven, y cómo rescatan todo lo bueno sin dejar de ver las dificultades que se encuentran.
He podido admirar cómo se la juegan cada día, afrontando sobre todo el desafío de la educación, siempre con escasez de medios, pero poniendo cabeza y corazón para poder brindar una educación de calidad. Sin duda que hacen mucho bien en la parroquia y en las obras que llevan adelante (CAIF, Escuela Primaria, Escuela de Oficios, etc.), pero lo más significativo es la presencia como hermanos entre hermanos, como vecinos y amigos.
Les puedo decir que la Iglesia de Montevideo los mira con cariño y gratitud. Están haciendo presente a Cristo que camina con ustedes y se identifica con el que más sufre. De corazón un sentido gracias a cada uno de los sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos y laicas, que en el Marconi, como en otros barrios de Montevideo, son luces en el camino, comparten la vida de nuestro pueblo, descubren las semillas del Reino ya presentes, y son testimonio vivo de la compasión y la misericordia de Dios.
El Padre Cacho, Casilda y otros consagrados y laicos, han dejado una huella imborrable
de amor de Dios en toda esa zona. Que ellos los continúen inspirando en su entrega
de cada día.
Un fuerte abrazo y mi bendición
+ Cardenal Daniel STURLA sdb
ARZOBISPO DE MONTEVIDEO
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