En la tarde de hoy, a pesar del frío, y con la ausencia del P. Leonardo quien se encuentra recuperando de una intervención odontológica, tuvimos un nuevo encuentro de la comunidad de lectura orante de la Biblia de la sede.
Esta vez meditamos el texto de Hechos 8,1-25, donde apreciamos la labor evangélica de Felipe en Samaría, y el encuentro del mago Simón con Pedro.
Como resultado del discurso acusatorio de Esteban y como una continuación de su muerte por lapidación en las afueras de la ciudad, el movimiento de oposición a los cristianos por parte de los residentes de Jerusalén tomó una nueva forma: la persecución pública de los seguidores de Jesús. Lucas lo describe como «una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén». En realidad, es una continuación de lo que comenzó con la oposición de las autoridades religiosas a los apóstoles Pedro y Juan en el capítulo 4. El resultado es hacer que la mayoría de los cristianos, especialmente los helenistas, abandonen la ciudad. Sorprendentemente, sin embargo, los apóstoles, que fueron los primeros a los que se opusieron, decidieron quedarse. Los cristianos que tuvieron que huir de Jerusalén por dicha persecución se han convertido ahora en testigos de Cristo resucitado, llevando su mensaje a otras partes de Judea, y hasta Samaría. El testimonio de los perseguidos propaga la palabra.
Para ver el texto que trabajamos, haga click aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario