martes, 27 de febrero de 2018

Historia de la parroquia. Nuevo templo.



9. En 1939 funda la Capilla Santa Teresita en Camino Mendoza. 
En 1944 fundará la capilla de la Virgen del Carmen en Cuchilla Grande. 
En 1948 será la Capi­lla San Roque, también en camino Mendoza: sólo que ésta no pudo sostenerse y terminó vendiendo tiempos después a nuestros hermanos protestantes. A impulsos de Tucillo se crearon asimismo oratorios catequísticos en el Barrio Borro y en Aparicio Saravia y Timbúes. Finalmente se formó una comunidad en Piedras Blancas que será la base de la actual Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya. 
La sede parroquial de la calle Possolo contará, desde mediados del año 1939 con su nuevo templo y casa habitación.

lunes, 26 de febrero de 2018

Primer Consejo Parroquial del año.

El viernes pasado se celebró el primer Consejo Parroquial del año, con la asistencia de delegados de cada pequeña comunidad.

Luego de la acostumbrada "puesta a punto" de las distintas comunidades, había tres grandes temas que debían ser tratados: la celebración de los 80 años de la parroquia; la organización de la Semana Santa; y la situación de la catequesis en la sede parroquial.

Se presentó un proyecto para la celebración de los 80 años de la comunidad, que incluye, además de las celebraciones litúrgicas, un ciclo de charlas sobre distintos aspectos de la Iglesia que nos involucran, entre otras cosas, y que puede leer haciendo click aquí.

La Semana Santa será organizada por las pequeñas comunidades: en principio, la comunidad de Betania prepararía el Domingo de Ramos, la comunidad de La Luz, junto a la catequesis prepararían el Jueves Santo, y la comunidad de Biblia de la sede parroquial prepararía la Vigilia Pascual. Deseamos también involucrar a los niños de la catequesis de la comunidad de San Pablo en alguna actividad de la semana. El Viernes Santo quedó para ser tratado en el próximo Consejo.

Respecto a la catequesis, la comunidad representada en el Consejo, decidió abandonar el esquema de la catequesis familiar, ya que, faltan catequistas para hacerse cargo de un nuevo proceso, además del hecho que la Arquidiócesis está preparando una propuesta que irá por otros carriles. Esto no quita que se trabaje en vínculo con las familias, que serán convocadas para actividades puntuales.

Luego se informó que la comunidad de Biblia de la Capilla de La Luz meditará este año sobre el evangelio de Marcos. Se consultará a los integrantes de la comunidad de Biblia de la sede sobre el libro a rezar este año. Una gran noticia es que este año inauguraremos una comunidad de biblia en el barrio Plácido Ellauri.

Luego se dio un intercambio sobre el rol del párroco, y la necesidad de que la comunidad se sienta toda ella responsable de la parroquia, porque como dice el lema de nuestro nuevo logo, "La parroquia la hacemos todos".

El próximo Consejo Parroquial será el viernes 16 de marzo, y será abierto, ya que a las 19 horas abriremos el ciclo de charlas con la presencia de nuestro Arzobispo, el Cardenal Daniel Sturla, quien nos hablará del origen de la Iglesia en el Uruguay.

Proyecto de celebración del 80º Aniversario de la Parroquia.

Breve fundamentación:

El doce de junio de este año se cumplen los ochenta años de la Parroquia, motivo no sólo para celebrar, sino también para rescatar la memoria de la rica historia de esta comunidad.
A pesar del lindo camino recorrido juntos, aún se percibe cierta sensación pesimista de que “somos pocos”, o “hacemos poco”, es decir, de cierta minusvaloración de lo que la comunidad ha hecho y lo que representa en el barrio.
Por este motivo, deseamos “volver a pasar por el corazón” la rica historia de nuestra comunidad, que hasta un momento era referente para toda la Arquidiócesis; para comprender cómo se formó y lo que llegó a ser; para entender nuestro presente; y para soñar y discernir juntos el camino a seguir. 
Creo que celebrar esta rica memoria nos hará muy bien, para amar más a nuestra comunidad, para entender la importancia de su presencia en el barrio, y la Iglesia misma. 
Es también una oportunidad para repasar algunos hitos importantes de la historia de la Iglesia: cómo era la Iglesia del preconcilio; qué fue el Concilio Vaticano II; qué cambios produjo el Concilio; cómo nació la Iglesia en nuestro país.
Elegimos como punto de referencia la celebración del cincuentenario de la parroquia, siendo el P. Pablo Bonavía párroco de la comunidad, porque está muy bien documentado, y porque los lemas que se eligieron para esa celebración representan muy bien lo que hemos venido trabajando en estos dos últimos años.

Objetivo general:
- Celebrar los ochenta años de presencia evangelizadora de nuestra comunidad en Las Acacias.

Objetivos específicos:
- Recuperar la memoria de la importancia de nuestra comunidad en la Iglesia y en el barrio.
- Promover espacios de reflexión pastoral a la luz de las opciones que fue tomando la comunidad a lo largo de su historia.
- Ofrecer un espacio de formación para la comunidad sobre la historia de la Iglesia, y otros conceptos importantes.
- Celebrar el gran Don de Dios que es nuestra comunidad para la Iglesia y el barrio.
- Pensar juntos cómo deberíamos seguir aportando a esta rica historia.

Actividades:
- Hacer presente la historia de la parroquia en las celebraciones litúrgicas.
- Que el Vía Crucis de este año recuerde cómo se fue formando nuestra comunidad.
- Unir las Fiestas Patronales (10 de junio) con la de los 80 años, con una Misa presidida, de ser posible, por el Cardenal Sturla, con posterior almuerzo comunitario.
- Celebrar una Misa con la presencia de todos los párrocos que aún viven, presidida, de ser posible, por el P. Pablo Bonavía, con posterior brindis.
- Realizar un ciclo de charlas que traten distintos aspectos de la vida de nuestra parroquia, y de la historia de la Iglesia en general, invitando a distintos expositores. 
- Publicar en la página de la parroquia, distintas notas sobre la historia de la comunidad.
- Organizar en la parroquia una muestra permanente que le permita a las personas en pocas imágenes y frases aproximarse a la historia de la parroquia.
- Compartir con la mesa del SOCAT (Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial), la importancia de la presencia de la comunidad parroquial para Las Acacias.

Recursos:
El proyecto, buscará autosustentarse, es decir, lo realizado en la parroquia de Possolo será financiado por la comunidad de Possolo. En caso de necesidad, se buscará algún benefactor que financie los viáticos de quienes den las charlas, así como los materiales que se necesiten. 

Evaluación:
Habrá dos modos de evaluación:
1) Después de cada evento.
2) Al finalizar el año se convocará a todos los involucrados para evaluar y celebrar lo vivido.

domingo, 25 de febrero de 2018

Reflexión de Henri Nouwen sobre la frase "Tú eres mi Hijo amado".

Algunas reflexiones de Henri Nouwen, tomadas del libro “Tú eres mi Amado”.

Y se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi hijo, el amado". He leído estas palabras durante años, las he comentado en sermones y clases. Pero recién ahora… es cuando han adquirido un significado mucho más allá de los límites de mi propia tradición. Ellas me llevaron a la convicción interior de que las palabras «Tú eres mi amado» revelaban la verdad más íntima al ser humano, sin distinción de pertenencia a una determinada tradición.

Todo lo que quiero decirte es que «eres el amado (la amada)», y todo lo que espero de ti es que puedas oír estas palabras como dichas para ti con toda la ternura y la fuerza que el amor puede poner en ellas. Mi único deseo es que estas palabras «Tú eres el amado (la amada)» resuenen en el último rincón de tu ser.

Hay una voz, la voz que habla desde arriba y en nuestro interior, y que dice como en un murmullo, o de forma arrebatada: «Tú eres mi amado, en tí me complazco». No es fácil escucharla en un mundo lleno de voces que gritan: «No eres atractivo. Todo lo contrario, eres un ser repulsivo: no vales para nada; eres un ser despreciable, una nada mientras no seas capaz de demostrar lo contrario». Estas voces negativas son tan fuertes y constantes que es fácil darles crédito. Es la trampa de que uno mismo se desvalorice.

Al cabo de muchos años, he podido constatar que la trampa más peligrosa en nuestra vida no es el éxito, la popularidad o el poder, sino el autodesprecio. Es cierto que el éxito, la popularidad y el poder pueden  convertirse en fuente de grandes tentaciones. Pero sus cualidades seductoras proceden mayormente de una tentación más importante, que es la del autodesprecio. Cuando hemos llegado a creer en las voces que nos dicen que somos despreciables, indignos de ser amados, a continuación, el éxito, la popularidad y el poder son percibidos fácilmente como soluciones atractivas. La verdadera trampa es la del autodesprecio. Me sorprendo constantemente al comprobar con qué facilidad caigo en esa tentación. En cuanto alguien me acusa o me crítica, en cuanto soy rechazado, me sorprendo a mí mismo pensando: «Está claro. Esto prueba una vez más que soy un don nadie». En vez de enfrentarme con sentido crítico a las circunstancias… tiendo a culpabilizarme, no de lo que he hecho, sino de lo que soy. La cara sombría de mi ser me dice: «No soy bueno. Merezco que me dejen de lado, que me olviden, que me rechacen y me abandonen».

Con cierta frecuencia, el autodesprecio está considerado simplemente como una manifestación neurótica de inseguridad personal. Pero la neurosis es a menudo la manifestación psíquica de una realidad humana sombría y más profunda: la de no sentirse realmente bienvenido a la existencia como persona. El autodesprecio es el enemigo mayor de la vida espiritual porque está en contradicción con la voz sagrada que nos llama «el amado».

Ser amado expresa la verdad más profunda de nuestra existencia.

Hablo de todo esto de una forma tan directa y sencilla porque, aunque mi experiencia de ser amado nunca ha estado ausente por completo de mi vida, tampoco nunca ha llegado a ser en mí la verdad fundamental. Doy vueltas alrededor de ella… y quedo siempre a la búsqueda de algo o de alguien que me convenza de mi condición de amado. Es como si tratara de no oír la voz que me habla desde lo más profundo de mi ser, diciéndome: «Tú eres mi amado, en ti me complazco». Esta voz ha estado siempre presente, pero parece que me era mucho más urgente oír otras voces más fuertes que me decían: «Demuestra que eres algo que vale la pena; haz algo importante, espectacular, poderoso, y luego te ganarás el amor que deseas». Mientras tanto, la voz suave, amorosa, la que habla en el silencio y en la soledad de mi corazón, no era escuchada, o, al menos, no tenía capacidad de convicción. Esta voz suave que me llama «mi amado» me ha llegado por infinitos caminos… Muchas personas me han cuidado con ternura y amor. Se me ha enseñado y educado con mucha paciencia y perseverancia. Se me ha animado a seguir adelante cuando estaba a punto de echarlo todo a rodar y se me ha insistido con amor a que lo intentara de nuevo cuando he fallado. Se me ha premiado y alabado por mi éxito... Pero de alguna manera, todos esos signos de amor no fueron suficientes para convencerme de que era amado. (Por debajo) alentaba una pregunta: si todos los que se preocupan tanto por mí pudieran verme en mi ser más íntimo, ¿seguirían amándome?

Esta pregunta agónica, enraizada en el lado sombrío de mi ser, seguía persiguiéndome y me hacía alejarme del verdadero lugar en el que puede oírse esa voz casi susurrante que me llama «mi amado».

Somos amados. Hemos sido amados íntimamente mucho antes de que nuestros padres, profesores, esposos, hijos y amigos nos hayan amado o herido. Es la auténtica verdad de nuestras vidas. 

Escuchando la voz con la mayor atención interior, oigo en lo más íntimo de mí mismo palabras que me dicen: «Desde el principio te he llamado por tu nombre. Eres mío y yo soy tuyo. Eres mi amado y en ti me complazco. Te he formado en las entrañas de la tierra y entretejido en el vientre de tu madre. Te he llevado en las palmas de mis manos, y amparado en la sombra de mi abrazo. Te he mirado con infinita ternura y cuidado más íntimamente que una madre lo hace con su hijo. He contado todos los cabellos de tu cabeza, y te he guiado en todos tus pasos. Adonde quiera que vayas, yo estoy contigo, y vigilo siempre tu descanso. Te daré un alimento que sacie totalmente tu hambre, y una bebida que apague tu sed. Nunca te ocultaré mi rostro. Me conoces como propiedad tuya, y te conozco como propiedad mía.
Me perteneces. Yo soy tu padre, tu madre, tu hermano, tu hermana, tu amante y tu esposo. Hasta tu hijo. Seré todo lo que seas tú. Nada nos separará. Somos uno».

Siempre que oigas con gran atención la voz que te llama «el amado», descubrirás dentro de ti el deseo de escucharla intensamente y para siempre. Es como hallar un pozo en el desierto. En cuanto descubras humedad en la tierra, seguirás cavando más profundamente.

Domingo II de cuaresma, ciclo B.

1ª lectura: Génesis 22,1-2.9a.10-13.15-18; Salmo 116(115),10.15.16-17.18-19; 2ª lectura: Romanos 8,31b-34; Evangelio según San Marcos 9,2-10.

Queridos/as hermanos/as:

¡Qué bueno es Dios!, que hoy nos dice a cada uno "este es mi hijo amado".

En este tiempo de cuaresma, en el que estamos invitados a preparar el corazón para celebrar la Pascua, la Iglesia nos invita este domingo a meditar el misterio de la Transfiguración del Señor. El texto que leemos está dotado de una profundidad digna de análisis.

El episodio sucede en un monte. El monte es en la Biblia el lugar por excelencia para el encuentro con Dios. Los discípulos que acompañan a Jesús, Pedro, Santiago y Juan, son los invitados a acercarse más que los demás a la manifestación de la Persona de Jesús. Ven junto a Jesús a Moisés y Elías. Moisés también tuvo un encuentro con el Señor en un monte: allí Dios le entregó las tablas de la ley, o las señales que nos ayudan a vivir una vida según su Voluntad. Jesús es el nuevo Moisés, que lleva a su plenitud la ley, al condensarla en el mandamiento del amor. Elías, profeta legendario de Israel, también tuvo una manifestación de Dios en el monte, y lo descubrió en un momento de crisis, no en un fenómeno espectacular, sino en una suave brisa. Jesús es, entonces, la síntesis perfecta entre Moisés y la ley, y Elías como gran profeta.

Una vez más, es Pedro el que no puede poner freno a sus impulsos, y sintiéndose tan a gusto en esa situación, pregunta a Jesús si puede hacer tres carpas. Nosotros podemos entender a Pedro; su reacción es normal. ¿Quién de nosotros, cuando se siente bien en algo, no quiere permanecer en esa situación? ¿Cuál es el error de Pedro? El error no es querer permanecer en esa situación de felicidad; el error es querer saltearse etapas, y olvidarse de la misión. Si permanecen en el monte, se evitan la Pasión y la Cruz, y Jesús no sería fiel a su misión, y no nos salvaría. También nosotros, muchas veces nos acomodamos en las seguridades que nos construimos, pero la fe nos pide siempre dar un paso más, y abandonar nuestras seguridades.

De pronto se escucha una voz del Cielo: "Tú eres mi Hijo amado". Gracias al bautismo formamos parte del Cuerpo de Cristo y, en consecuencia, todo lo que se dice de Jesús, se puede decir de nosotros. Gracias al bautismo, hoy Dios nos dice a cada uno de nosotros "Tú eres mi Hijo amado", y así nos revela nuestra más profunda identidad. Frente a un mundo que nos quiere hacer creer que somos máquinas de producción y consumo, frente a tantas personas que nos hacen sentir que no importamos, frente a tantas situaciones que nos hacen dudar de nuestro valor, es bueno recordar que ninguna de estas expresiones nos definen realmente; nuestra identidad más real es la de ser hijos amados de Dios. Si fuésemos realmente conscientes de lo que esto significa, no tendríamos problemas de autoestima, no nos sentiríamos solos ni poco amados.

Finalmente deben bajar del monte. No hay salvación ni Cielo, sin ser fiel a la misión que Dios encomendó a Jesús, fidelidad que pasa por la Cruz. Jesús les ordena no contar lo sucedido a nadie. ¿Por qué lo hace? Un episodio así despertaría la fe de tanta gente. Pero Dios respeta nuestra libertad,y por eso decide seguir revelándose progresivamente, para dejarnos la posibilidad de decidir creer o no en Él; además, generaría la confusión en la gente de creer que Jesús es un súper hombre capaz de solucionar los problemas del mundo, olvidando que su Misión es reconciliarnos con Dios.

La fidelidad de Jesús es lo que rompe las cadenas que nos atan y nos impiden ser felices, como lo sugería el salmista. Por eso, San Pablo nos dice que, en Jesús, Dios nos dio todo.

A este Dios que es tan bueno, vamos a pedirle que nos ayude a seguir tomando conciencia de cuán amados somos por Él; y a María, nuestra Madre, que nos ayuda, vamos a pedirle que nos regale tener un corazón dócil a la acción del Espíritu, para que podamos prepararnos adecuadamente para celebrar la pascua, y poder entender este misterio de un Dios que nos ama hasta entregar su propia vida por nosotros. 

viernes, 23 de febrero de 2018

Historia de la parroquia: Los primeros sacerdotes.

7b. Se necesitaban sacerdotes con verdadero espíritu misionero que pudieran emprender tan difícil tarea y en condiciones tan precarias. Por eso el Arzobispo de Montevideo, convocó a los Misioneros de los Sagrados Corazones. Así es que el 24 de Mayo de 1938 llegaron desde Buenos Aires 3 misioneros: los padres Roque Longo, José Calzone y Jacinto Tuccillo.

¿Por dónde empezar una misión tan exigente? Lo primero: un lugar donde vivir. 
Fueron a vivir a una casa de madera vecina a lo de Bertucci, dormían en cuchetas y una vecina les pasaba el café con leche por el tejido.

Desde esa casa vecina, y a pesar de lo precario de la situación, se da un fuerte impulso a la incipiente comunidad parroquial: celebración de los sacramentos, enseñanza del catecismo a los niños, procesiones, fundación de la Pía Unión de los Sagrados Corazones, así como un grupo de Vicentinos que atienda las situaciones más extremas de pobreza. Se comienza a visitar las familias del barrio, para conocer su vida, sus inquietudes, sus dificultades y necesidades. Pero claro, no era en realidad un barrio: eran múltiples barrios que abarcaban una extensión muy grande. Las distancias y la escasez de vías de comunicación hacían imprescindible crear otros centros para la atención de las necesidades materiales y espirituales de la gente. Mientras el Padre Longo atendía la sede parroquial el P. Tucillo se dedicó a recorrer el territorio y fundar nuevas capillas con una energía, constancia y eficacia que hoy nos llenan de admiración, Con toda la gracia, habilidad y sensibilidad popular de un típico napolitano supo ganarse el afecto y la colaboración -no sólo espiritual- de los italianos de la zona.

jueves, 22 de febrero de 2018

Historia de la parroquia: fundación.

6. El 12 de Junio de 1938 el Arzobispo de Montevideo, Juan Franciso Aragone, erige la nueva parroquia.

"Por las presentes, en uso de nuestras facultades, declaramos:

1º.: que a contar del día 12 del mes de Junio del año 1938, venimos a dividir y dividimos el territorio de la Parroquia del Cerrito de la Victoria, de esta ciudad, desmembrando de dicho territorio las partes correspondientes, para integrar con ellas el de la nueva parroquia;

2º.: que, desde la misma fecha, venimos a erigir y erigimos, en el te­rritorio desmembrado, una nueva parroquia, libre e independiente de la del Cerrito de la Victoria, con el título de Los Sagrados Cora­zones, con carácter amovible, asignándosele como sede parroquial la Capilla de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento ubicada en el mencionado paraje".

"Dadas en Montevideo a los doce días del mes de Junio del año del Señor 1938. 
JUAN FRANCISCO, ARZOBISPO DE MONTEVIDEO, 
por mandato de su Excelencia Reverendísima LUIS B. DE SANTIAGO, Secretario General."


7. La nueva parroquia tenía por sede la humilde casilla de madera. No había casa parroquial ni habitación para que viviera algún sacerdote. El territorio era muy grande: llegaba desde Chimborazo hasta Camino de las Tropas y Cuchilla Grande y desde Gral. Flores hasta el Arroyo Miguelete.

(En el mapa de la derecha se observa: en negro el territorio con el que nace nuestra parroquia; en azul, el territorio actual. Luego observamos el mapa de Montevideo para tomar conciencia de la escala de dicho territorio).


miércoles, 21 de febrero de 2018

Un día como hoy hace 30 años. Comunicado del Consejo parroquial.

Montevideo, 21 de febrero de 1988

COMUNICADO DEL CONSEJO PASTORAL DE LA PARROQUIA DE LOS SAGRADOS CORAZONES.-

El Consejo Pastoral de la comunidad cristiana de la Parroquia de los Sagrados Corazones (Las Acacias), ante los hechos de pública notoriedad del 10 del corriente, en los que se vieron involucrados nuestro párroco el Padre Pablo Bonavía y el seminarista Luis Alberto Albornoz, cree necesario dar a conocer el siguiente comunicado.

1.         Si bien los dos menores que huían luego de cometer un asalto forzaron su ingreso a la casa parroquial, una vez producido éste no ofrecieron resistencia ante el operativo policial; en particular, no efectuaron disparos ni tampoco se trabaron en lucha al ser aprehendidos por los agentes, policiales, como publicaron algunos órganos de prensa.
2.         Las fuerzas policiales comenzaron, a disparar sus armas contra la casa parroquial sin intentar previamente alguna forma de intimación pacífica; por ejemplo, utilizando un megáfono para advertir a los perseguidos que estaban rodeados e instarles a entregarse y antes de hacer uso de la fuerza.          
3.         La forma en que se abrió fuego contra la casa parroquial puso en grave riesgo la vida de todos los que estaban en su interior. En efecto, los disparos efectuados con armas de grueso calibre fueron dirigidos contra objetivos que no permitían identificar las eventuales víctimas.
4.         Cuando nuestro párroco, en medio de los disparos, intentaba advertir a la policía, con gritos y ademanes, que los perseguidos estaban dispuestos a entregarse sin ofrecer resistencia, un agente policial le apuntó y disparó desde el exterior de una ventana. La bala no alcanzó al Padre Pablo porque quedó incrustada en el marco de una puerta situada pocos centímetros delante suyo.
5.         La preocupación que sentimos ante lo sucedido no se debe exclusivamente al hecho de que haya sido agredida nuestra casa parroquial si no al peligro al que están expuestos otros lugares públicos de reunión y casas de familia. En efecto, este tipo de procedimientos policiales constituye un nuevo factor de inseguridad que se agrega a la intranquilidad generada por al aumento de robos, asaltos, copamientos, etc.
6.         Es de lamentar el tratamiento que algunos órganos de prensa han dado al hecho, suministrando datos que no se ajustan a la verdad e induciendo a una interpretación falsa de lo acontecido.

7.         Todo lo anterior no supone en modo alguno un menoscabo de la tarea de las fuerzas policiales, a las que, obviamente, corresponde el deber de proteger la vida y libertad de todos los ciudadanos, aún por medio de la fuerza, en la represión de diversas agresiones que sufre la sociedad. Sólo apunta al hecho de que el tipo de procedimiento utilizado no ha de poner en peligro innecesario la misma vida y libertad que se procura defender.

Historia de la parroquia. Origen, 2ª parte.

5. El Barrio Marconi crece. Se instalan nuevos vecinos. Muchos de ellos italianos que habían llegado a nuestro país buscando otros horizontes. Traían consigo sus tradiciones, sus múltiples destrezas en los más variados oficios y -demás está decirlo- en el arte de hacer buen vino. Traían también su fe cristiana. Una fe que era para ellos, ciertamente, un tesoro trasmitido de generación en generación pero que ya no podía vivir simplemente de rentas. Los cristianos del barrio necesitaban un lugar donde nutrirse, donde volver a escuchar la siempre nueva palabra de Dios, donde compartir la esperanza que ayuda a enfrentar la lucha cotidiana, donde expresar en el gesto ritual, en la catequesis, en la celebración sacramental lo esencial de nuestra fe: al interior de nuestra historia Dios mismo nos impulsa, nos renueva, nos invita a convertirnos y para eso necesitamos ayudarnos mutuamente. Necesitamos ser comunidad.
Todo eso en un mundo que ya "no era el mismo de antes", que cambiaba rápidamente y afectaba costumbres, valores morales, ritmo de vida. Un mundo que estaba, además, al borde una nueva catástrofe: la Segunda Guerra Mundial. En Uruguay asume un nuevo Presidente: Baldomir, y se vuelve a consultar la libre voluntad del pueblo a través de un plebiscito sobre la Reforma de la Constitución. La Iglesia de Montevideo está movilizada: se realiza un Congreso Eucarístico promovido por la Acción Católica y con gran participación de los jóvenes.
En este contexto es que la vieja Capilla de Ntra. Sra. del Santísimo Sacramento se va a transformar en la Parroquia de los Sagrados Corazones.

martes, 20 de febrero de 2018

Historia de la parroquia. Origen.

UNA COMUNIDAD QUE NACE COMO FRUTO DE UN ESPÍRITU MISIONERO

4. Ningún árbol nace grande. Los comienzos generalmente son pequeños. Pero ya en la semilla está el germen de una vitalidad que marcará para siempre las características de ese árbol, de su tronco, de sus ramas, de sus hojas y frutos. Así también nació nuestra comunidad. Brotó del tronco vigoroso de la Iglesia del Cerrito de la Victoria, cuyos sacerdotes, empeñados en extender el mensaje del Evangelio habían impulsado la creación de diversos centros de culto a lo largo y ancho de una enorme zona de nuestro depar­tamento de Montevideo.


El 31 de Mayo de 1932 el párroco del Cerrito, P. Antonio Evers, envía una carta a Mons. Juan Francisco Aragone, Arzobispo de Montevideo, solici­tándole permiso para levantar una pequeña casilla que sirviera como capilla en un terreno ubicado en la calle Possolo entre Emilio Zola y Wellington, en el Barrio Marconi. Pocos días después, y en presencia del mismo Arzobispo, se inauguró allí una Capilla pública dedicada a Nuestra Señora del Santísimo Sacramento cuya imagen se venera y aún está en nuestra parroquia. Cuatro años más tarde, en 1936, se construye un salón de madera al lado de la casilla original.

lunes, 19 de febrero de 2018

Historia de la parroquia. Introducción, 2ª parte.


3. Algunos de los que recorremos las calles de nuestro barrio, de los que vivimos y sufrimos todo lo que hemos dicho, somos miembros de la comunidad cristiana de la Parroquia Sagrados Corazones. También nosotros nos hacemos esas preguntas y nos vemos en la necesidad de elegir constantemente entre la resignación egoísta y el compromiso solidario con los demás.

Pero necesitarnos motivos para luchar, fuerza para cambiar, esperanza para no bajar los brazos cuando percibimos nuestra debilidad o la de los demás. Por eso estamos aquí. Por eso queremos celebrar los 50 años de existencia de nuestra comunidad. Porque en estos 50 años muchos de nosotros hemos descubierto en la comunidad lo más valioso que un hombre puede encontrar: el amor solidario y entrañable de un Dios que nunca nos abandona y está siempre al lado de los pobres y los que sufren. Un amor que se ha hecho visible a través del amor de tantos hermanos, a través de experiencias compartidas en las que una fe auténtica los ha llevado a elegir el camino más difícil del compromiso aún a costo de sufrimientos, incomprensiones, persecuciones, exilio y cárcel.


En nuestra comunidad, a lo largo de estos 50 años, hemos descubierto esa fe, de la que nos habla el capítulo 11 de la Epístola a los Hebreos y que constituye lo más precioso de la herencia cristiana. La fe por la que Abraham salió de su tierra arriesgándolo todo y sin saber adónde iba, por la que Moisés rehusó las comodidades de la corte faraónica y prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios, manteniéndose firme en medio de las dificultades 'como si viera al invisible'. La fe por la que los profetas soportaron burlas, azotes y cadenas, sin aceptar ninguna transacción pues preferían alcanzar la resurrección, a un rescate que pretendía desviarlos del camino de la justicia y la verdad.

domingo, 18 de febrero de 2018

Domingo I de Cuaresma, ciclo B.

1ª lectura: Génesis 9,8-15; Salmo 24,4bc-5ab.6-7bc.8-9; 2ª lectura: primera carta del apóstol san Pedro 3,18-22; Evangelio según san Marcos 1,12-15.

Queridos/as hermanos/as:

¡Qué bueno es Dios!, que, en Jesús se hizo uno de nosotros igual en todo, menos en el pecado, y nos demostró que a pesar de nuestra debilidad es posible ser fiel al Proyecto de Dios.

Celebramos el primer domingo de Cuaresma, este tiempo favorable, en palabras de San Pablo, para reconciliarse con Dios y nuestros hermanos.

En este domingo meditamos el fragmento del Evangelio que nos relata las tentaciones de Jesús, en su versión más reducida, la de Marcos. Los biblistas nos invitan a comprender este texto con dos claves. La primera: estos cuarenta días de Jesús en el desierto son la actualización de los cuarenta años del pueblo de Israel camino por el desierto hacia la tierra prometida; allí el pueblo cayó en la tentación y murmuró contra Dios y su enviado Moisés. Jesús, modelo del Nuevo Pueblo de Dios, vence las tentaciones y es fiel. La segunda: este texto no relataría un momento puntual, sino que, describiría las tentaciones presentes a lo largo de toda la vida de Jesús. Esta última explicación valdría mejor para los textos paralelos en Mateo y Lucas. En cualquiera de los casos, este texto nos enseña que es posible vencer las tentaciones, porque Jesús las venció siendo igual a nosotros. Nosotros estamos expuestos a las mismas tentaciones que nos ofrecen gratificación a corto plazo -poder, poseer, narcisismo, éxito, etc.- pero que nos paralizan en la búsqueda de la felicidad y nos alejan de Dios.

Gracias a su fidelidad, Jesús nos liberó de nuestros pecados, como nos lo recuerda el fragmento de la carta de San Pedro que leímos. Él es el fiel por excelencia, Él es el único que no nos falla ni nos falta. Aunque nosotros nos alejemos de Él con nuestros pecados, Él nunca nos abandona, porque como dice el salmista, su amor y compasión son eternos, Él "muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres".

A este Dios que es tan bueno, le vamos a pedir junto al salmista, que nos guíe por el camino de la fidelidad y nos regale la gracia necesaria para vencer las tentaciones; y a María, nuestra Madre que nos ayuda, la mujer fiel por excelencia, le vamos a pedir que en esta cuaresma nos regale un corazón dócil para que podamos cumplir con el mandato que nos dejó en las Bodas de Caná: "Hagan lo que Él les diga".

viernes, 16 de febrero de 2018

Historia de nuestra parroquia. Introducción.

A partir de hoy iremos compartiendo por partes un excelente trabajo realizado por Mary Larrosa y el P. Pablo Bonavía, donde hacen una síntesis de la historia de nuestra comunidad, desde el año 1938 hasta el 1988. Hoy compartimos la introducción a dicha cronología.

I. INTRODUCCION

1. Junio del año 1988. Uruguay, Montevideo, barrio Las Acacias. Un barrio en el que junto a muchos signos de vida vemos también signos de enfermedad y de muerte. Carritos tirados por niños, calles rotas, el olor típico de la falta de saneamiento, cada vez más ranchos de chapa, cartón y nylon, mujeres cargadas de hijos, niños desnutridos y enfermos, muchachos que deambulan por las calles sin trabajo y sin porvenir a la vista, alguna gente atemorizada por la delincuencia y otros por procedimientos policiales que con frecuencia desbordan sus atribuciones. Obreros mal pagados, otros desocupados y muchos jubilados que luego de toda una vida dedicada al trabajo hoy deben vivir a la espera de sacar en la quiniela, conseguir tarjetas para recibir alimentos de los planes de emergencia y en todo caso deben elegir entre pagar el alquiler o comer.

2. Sería fácil atribuir todo esto a la fatalidad, a la mala suerte o a la falta de voluntad. Sin embargo estos hechos son síntomas bien dolorosos de la situación de todo un país en el que la vida del hombre parece tener cada vez menos valor, en el que la persona humana con sus necesidades y derechos fundamentales importan cada vez menos. 
En esta realidad tan difícil nos preguntamos una y otra vez: ¿por qué suceden estas cosas? ¿Puede cambiar todo esto? ¿Vale la pena esforzarse por transformar esta situación? ¿No será algo inútil y entonces lo sensato será resignarse o simplemente tratar de abrirse camino sólo para uno mismo aunque sea al precio de la indiferencia frente situación?

3. Algunos de los que recorremos las calles de nuestro barrio, de los que vivimos y sufrimos todo lo que hemos dicho, somos miembros de la comunidad cristiana de la Parroquia Sagrados Corazones. También nosotros nos hacemos esas preguntas y nos vemos en la necesidad de elegir constantemente entre la resignación egoísta y el compromiso solidario con los demás. 

sábado, 10 de febrero de 2018

Copamiento del 88 : versión del P. Pablo.

¡Que Dios los perdone!

A fierro y fuego y sin dar tiempo a rendirse

Faltaban apenas 15 minutos para las siete de la tarde. El barrio Marconi, allá en las inmediaciones de la cancha de Peñarol, lentamente se aprontaba para clausurar una tarde como siempre, dentro de la rutina casi monótona de los 365 días del año, ni siquiera alterada por la casualidad de un bisiesto que le regala una yapa de 24 horas más para sobrevivir a sus necesidades de todos los días.

De repente, sin preparativos previos, saltó de golpe y porrazo de su perenne anonimato a las primeras planas escandalosas de los diarios. Porque la pólvora y la sangre son "pasto para las fieras” en el amarillismo crónico de aquellos que hacen de la noticia una "bolsa” de cotización empresarial y miden la opinión pública en dólares.

Y después de tantas necesidades nunca divulgadas por esa prensa, calles sin luces, basurales que no se limpian, veredas que se inundan, animales sueltos que amenazan la integridad de los vecinos, baldíos llenos de ratas y alimañas de todo tipo, escuelas ruinosas que a gatas alcanzan para "meter” adentro como sardinas una población escolar muy superior a su real capacidad, un arroyo contaminado y hediondo que inunda al barrio de aguas servidas y malos olores, calles con asfaltos destrozados, y de tantas otras carencias, la “celebridad” le llega nada más y nada menos que a raíz de la pólvora y la sangre.

¡DISPAREN CONTRA LA IGLESIA!

El padre Pablo Bonavía es un joven sacerdote que desde hace algún tiempo actúa como párroco del Sagrado Corazón, una modesta iglesia montevideana asentada allí en la calle Possolo casi Torricellí, manteniendo una tarea pastoral que es reconocida en todo el barrio por su apoyo a los humildes y su constante prédica por la justicia inspirada en la palabra de Dios.

El miércoles 10 de febrero, alrededor de las siete menos cuarto, el padre Pablo se aprestaba a salir para visitar una familia en la calle Salustio, a la que hace poco tiempo atrás se le había incendiado su vivienda. “Fue en eso -nos dijo- que vi llegar por Possolo a dos muchachos muy jóvenes, visiblemente alterados, que me pidieron un vaso de agua. Inmediatamente advertí que uno de ellos estaba herido en un brazo, y en un primer momento pensé que se trataba de algún problema entre adolescentes de los alrededores, que lamentablemente muchas veces terminan de esa forma. Entonces uno de ellos sacó un arma indicándome que los llevara adentro de la parroquia porque los venían persiguiendo, y que echara llave por dentro”.
"Por supuesto -agregó el padre Bonavía- obedecí lo que me indicaron y los conduje a la parte de arriba del salón parroquial donde se encontraba Luis, un seminarista que colabora conmigo en las tareas. Los dos muchachos, de unos 16 ó 17 años, desde el principio me aclararon que no pensaban robar ni agredirnos a nosotros ni a la iglesia. Dijeron que venían huyendo y querían esconderse aquí hasta que pasara todo. Yo les propuse curar al herido, cosa que aceptaron, y mientras lo hacía en ningún momento fui amenazado ni encañonado por ellos. Deseo aclarar bien esto porque alguna prensa desvirtuó todo lo que dije. La única orden –no amenaza- que recibí de ambos, fue que nadie diera señales de vida dentro de la parroquia para no alertar a sus perseguidores. Tanto es así, que el único que llevaba un arma le sacó las balas y las escondió por allí manifestando que no pensaban resistirse”.
“Una vez que curé al muchacho -continuó el cura párroco-, lo ayudé a acostarse en un sillón porque estaba muy débil, y le di agua. En ese momento yo no pensaba en otra cosa que en tratar de aliviarle su herida. Minutos después escuché en el exterior de la iglesia golpes, frenazos, tiros y un tremendo escándalo que se estaba desarrollando afuera”.
“El que se encontraba herido aparecía como temeroso; el otro, que era el que tomaba las decisiones, demostraba una mayor seguridad. Al escuchar los tiros todos nos echamos al suelo; mientras, la parroquia era prácticamente destrozada por las fuerzas policiales desde el exterior.”

NO TIREN, SOY EL CURA

En el transcurso de la charla el padre Pablo nos manifestó que "no hubo en ningún momento por parte de las fuerzas policiales una voz, un diálogo, instándolos a rendirse sin prestar resistencia. Simplemente comenzaron a disparar contra la parroquia desde todos los ángulos, ya que la habían rodeado totalmente, sin siquiera intentar resolver por otra vía la situación. Este procedimiento me parece absolutamente incorrecto, porque creo que antes de disparar a través de las ventanas, poniendo en peligro la vida de todos, tendrían que haber intentado solucionar la situación por otros medios. Más aún dado que los muchachos no intentaron en ningún momento resistirse porque a esa altura ya estaban desarmados”.
"Me di cuenta entonces que tenía que hacer algo para establecer el diálogo -prosiguió el padre. Si entraban y nos encontraban a los cuatro en el piso, la confusión podría seguramente provocar una masacre. Me fui acercando a la ventana del baño y gritaba: 'No tiren más, yo soy el cura y están dispuestos a entregarse’. La respuesta a mis reiterados gritos fueron otros balazos, e incluso, en un  momento en que un policía logró romper el vidrio de una ventana, cuando me enfrenté con las manos en alto gritando ‘soy el cura' me disparó un balazo que por pura casualidad no me alcanzó de lleno”.
“A aquella altura esto era una cosa impresionante. Mientras seguía intentando establecer el diálogo, un grupo de policías logró entrar por una ventana y nos enfrentamos a ellos, los cuatro, con los brazos en alto. Deseo aclarar que al revés de lo que algunos diarios dijeron, no hubo ningún forcejeo entre los muchachos, ya que se entregaron sin oponer la más mínima resistencia.”

DESPUES SE SUPO TODO

Después se supo que los muchachos junto a otros, más o menos de su misma edad, habían sido poco rato antes los responsables del copamíento y asalto de las oficinas de la agencia Punto Publicidad sita en Bulevar Artigas y Miguelete, de donde, tras amenazar con armas y encerrar en el baño a propietarios, empleados y clientes, se habían alzado con una suma importante de dinero y otros efectos huyendo en un taxi a cuyo chofer llevaban secuestrado rumbo al Cerrito de la Victoria.
La persecución terminó en la parroquia del barrio Marconi. Al otro día, la prensa dedicó sus primeras páginas al hecho. Pero no se dijo todo. No se dijo que por poco matan de un tiro al padre Pablo. No se dijo que se entró a sangre y fuego a la iglesia sin ninguna intimación previa. No se dijo que los muchachos habían decidido no resistirse. No se dijo que se violaron principios y normas que a ningún delincuente pueden negársele, como es la posibilidad de entregarse sin resistencia. Como tampoco se dijo que la policía disparó primero y quizás pensaba "preguntar después” (como decía un cuento muy viejo que alguna vez escuchamos).

Diez móviles policiales, más o menos cuarenta efectivos armados a guerra entre funcionarios de Hurtos y Rapiñas, Radio Patrulla, Guardia Metropolitana y hasta agentes de civil, parece un despliegue inusitado para apresar a dos muchachos de 16 y 17 años, uno de ellos herido, con solamente un revólver, y además, decididos a no resistirse y desarmados en el momento de la invasión.

Una parroquia destrozada, y la conmoción de todo un barrio es el saldo más trágico de todo este suceso. No se trata de defender a los muchachos quienes indudablemente andaban en “la pesada” y sabían el riesgo que corrían, sino, insistimos, de darles la posibilidad de entregarse sin resistencia y de defender la seguridad de los ciudadanos, porque todos estamos expuestos a vivir una instancia como la del padre Pablo, y “sin comerla ni bebería” terminar con un batazo en la cabeza.
Si esto pasó en la casa de Dios, ¿te imaginás, hermano lo que podría pasar en la tuya o en la mía, donde el diablo dos por tres deja un olor a azufre que ni te cuento? ¿O no?

Copamiento del 88: versión de "El Día".

Tras espectacular tiroteo cae gavilla de copadores

Los delincuentes tomaron de rehenes a joven y al cura de una iglesia

Tras un intenso tiroteo en una iglesia de la calle Possolo, la policía logró capturar ayer de tarde a dos  peligrosos copadores de fincas y comercios que habían tomado como rehenes a un sacerdote y un joven. Otro de los delincuentes fue detenido a pocas calles de ese lugar mientras el restante integrante de la banda logró escapar. La gavilla cayó luego de consumar un asalto en una firma publicitaria.

Los hechos comenzaron a gestarse a la hora 17.30 de ayer, cuando los cuatro pistoleros autores de copamientos en supermercados, viviendas y en un motel, irrumpieron en una agencia de publicidad situada en Bulevar Artigas 1975. Allí amenazaron a 30 personas y golpearon a varías de ellas con las culatas de sus armas. Se apoderaron del dinero y escaparon en un taxi.

Se montó un vasto operativo policial que permitió interceptar el vehículo en General Flores y Chimborazo. Los rapiñadores descendieron del rodado y se tirotearon con los funcionarios, siendo detenido uno de ellos, mientras que otros dos se refugiaron en la iglesia situada en Possolo 4025 y el restante logró escapar.

Numerosos funcionarios policiales rodearon la parroquia en cuyo interior los desesperados maleantes tenían como rehenes al sacerdote y un joven.

Poco después, varios agentes lograron llegar hasta la azotea de la iglesia sin ser vistos por los malvivientes mientras que sus compañeros abrieron fuego contra las ventanas de la edificación en un intento de cubrirlos. Se generó un enfrentamiento que se extendió por más de media hora, hasta que los efectivos que se  encontraban en el techo de la parroquia lograron penetrar a la misma y tras una breve lucha redujeron a los dos asaltantes.

Finalizados los dramáticos momentos, numerosos moradores de fincas de la zona se abalanzaron hacia la iglesia y abrazaron al sacerdote Pablo Bonavía y al joven Luis Alberto Albornoz, rehenes de los delincuentes y que resultaron ilesos.

Pie de foto: Finalizados los dramáticos momentos del tiroteo en la parroquia, funcionarios policiales proceden a Introducir en un patrullero a los rapiñadores detenidos. Uno de los delincuentes fue herido en el brazo izquierdo. 
2º pie de foto: En estas espectaculares fotos de Pedro Trujillo, del equipo Caruso, se observa el preciso momento en que la policía abre fuego contra la iglesia de Possolo 4025, donde se hablan refugiado dos peligrosos pistoleros que tomaron como rehenes a un sacerdote y un joven. Tras un tiroteo que se extendió por más de media hora, los sujetos fueron capturados. Son autores de numerosos copamientos con heridos.

El copamiento del 88.

Un día como hoy, hace 30 años, el P. Pablo Bonavía, Párroco en ese entonces, sufría un copamiento, pero lo curioso del caso, es que el peligro no vino de los copadores, sino de los policías.

¿Se imaginan diez patrulleros rodeando la parroquia y disparando contra las ventanas de la iglesia?


Los invitamos a leer esta insólita anécdota en dos versiones: una claramente tendenciosa, la del diario “El Día”, y otra de “Mate Amargo”, donde e propio Pablo cuenta su versión.

Agradecemos al P. Pablo por haber dejado registrado este episodio, que nos muestran que no “todo tiempo pasado fue mejor”, y que algunas cosas, como la tendenciosidad hacia e barrio aún no ha cambiado.
Por otro lado agradecemos a Dios, por la vida y el ministerio del P. Pablo, que ese día se salvó por muy poco de la muerte. 

jueves, 8 de febrero de 2018

Un día como hoy, hace 30 años.

Un día como hoy, hace 30 años, el entonces Párroco, P. Pablo Bonavía citaba para el primer Consejo Parroquial del año.

El Padre Bonavía invitaba a retomar con nuevas fuerzas el llamado que nos hace Jesús: “Como el Padre me envió a mí, Yo los envío a ustedes”; y proponía, en un año que comenzaba con muchos desafíos y expectativas, tratar en comunidad dos grandes temas: el proyecto de actividades para el año, y la celebración del cincuentenario parroquial.

El Párroco finalizaba la invitación recordando las palabras de San Pablo a los cristianos de Corinto: “en el Cuerpo que es la Iglesia, todos los miembros son necesarios”.

El pobre Pablo ni se imaginaba lo que sucedería dos días después, y oportunamente les compartiremos.

Por nuestra parte, recordamos que nuestro Primer Consejo Parroquial será el viernes 23 de febrero a las 18 horas.  

martes, 6 de febrero de 2018

80 años de historia que comenzamos a celebrar.

Como publicamos con anterioridad, este año nuestra parroquia cumple 80 años, y por este motivo, queremos volver a pasar por el corazón la rica historia de esta comunidad, para entender cómo se gestó, reflexionar sobre nuestra realidad actual, y soñar juntos los próximos pasos a dar como comunidad.

Hoy comenzamos compartiendo el significado y el por qué del logo que hemos elegido.

El logo de los 80 años une el que se realizó con motivo del 50º aniversario, y el que diseñó el hermano del P. Luis Fariello.
Tomamos del logo del cincuentenario la forma del mapa, adaptándolo a un pentágono, cuyos lados son los límites del territorio parroquial. En el centro, el logo poseía la cara de Jesús formada por el Pueblo de Dios, que era el logo de la Arquidiócesis de Montevideo de ese momento, que decidimos cambiar por el logo de los Sagrados Corazones que nos identifica desde la época del P. Luis Fariello. También optamos por conservar dos frases. Una que fue lema parroquial: “La parroquia la hacemos todos”, y otra tomada del evangelio: “Como el Padre me envió a mí, yo los envío a ustedes”. Nos pareció que ambas reflejaban el momento que estamos viviendo, de la necesidad de crecer en conciencia de la responsabilidad que todos tenemos de la comunidad (no sólo el sacerdote), y el sentir varias veces expresado en los Consejos del llamado a la misión, que encuentra su fundamento en la frase de Jesús.

Durante este año compartiremos un excelente estudio realizado con motivo del cincuentenario, y nos propondremos completar dicho estudio con los treinta años siguientes.
Deseamos que el rescate de esta memoria nos ayude a tomar conciencia, una vez más de lo hermosa que es nuestra parroquia.