sábado, 22 de octubre de 2016

¿Qué es un Consejo Parroquial?

Tomado de Arquidiócesis de Montevideo - Organismos de Comunión v Participación. E. Consejo Pastoral Parroquial.


Todos los que integramos el Pueblo de Dios, laicos, presbíteros, diáconos y consagrados, estamos llamados a vivir el misterio de comunión y misión de la Iglesia, para que su servicio al mundo sea, cada vez más, signo de la presencia del Señor entre los hombres.

Esta tarea la haremos en forma corresponsable y dialogal, aportando cada uno lo específico de su ser, promoviendo la espiritualidad de comunión y revisando el propio quehacer a través de los distintos organismos pastorales que, desde el nivel parroquial, zonal y diocesano, deben propiciar y coordinar una participación activa y responsable en la misión que Cristo ha confiado a su Iglesia.

Será así como las estructuras pastorales y los organismos de comunión, participación y animación, aun cuando no agoten en ellos el misterio de la Iglesia, impulsarán y harán visible su acción salvífica en medio de los hombres.

Parroquia y Misión

La parroquia -una determinada comunidad de fieles, comunidad de comunidades, movimientos y servicios, constituida de modo estable en un territorio de la Iglesia particular- tiene como misión hacer presente el Reino de Dios en su realidad concreta.
Por eso cada parroquia debe tener su Consejo Pastoral Parroquial, constituido como órgano estable y representativo de la comunidad, que aconseja al párroco quien ejerce el cuidado pastoral bajo la autoridad del Arzobispo y es el responsable de la presencia y de la acción evangelizadora de la parroquia.

Para que la parroquia desarrolle su misión evangelizadora en medio de la gente, resulta indispensable la participación efectiva del Consejo Parroquial, órgano vital que permite y fomenta la participación de los miembros de la comunidad, en el discernimiento, toma de decisiones y asunción de responsabilidades, tanto para las tareas específicamente cultuales como para las que capacitan y llevan al Pueblo de Dios a vivir en todo momento y situación el Evangelio. En él se expresan y complementan la riqueza de los dones, ministerios y servicios, otorgados por el Espíritu.

Es el lugar privilegiado, para una escucha recíproca y eficaz entre los laicos representativos de la comunidad, consagrados, diáconos, presbíteros y su párroco, que lleve a discernir en el Espíritu las tristezas, alegrías y esperanzas de la gente. Está al servicio del conjunto de la vida comunitaria y misionera de la parroquia.

El párroco ha de cultivar el espíritu de comunión. Teniendo en cuenta la naturaleza consultiva del Consejo, promoverá el aporte del mismo para la toma de toda decisión importante en la vida de la comunidad. Se seguirán los lineamientos pastorales de la Arquidiócesis, teniendo en cuenta las necesidades y desafíos de su realidad concreta.

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