Hablando de testigos en nuestra comunidad, encontramos el claro ejemplo de nuestra querida hermana "María Marta de Betania", nombrada así por su congregación, hermanitas de la Asunción y conocida por nosotros como la hermana Marta, aunque su verdadero nombre era Nilda Echarte.
Desde muy joven se evidenciaba su vocación de servicio, ella fue creando un sendero de luz, derramando solidaridad entre los más desamparados, entre ellos los obreros de San José, las familias y los mineros de Bolivia y sin ir más lejos, en nuestro barrio acompaño al padre Cacho y al Dr. Misurraco en el trabajo con los más necesitados.
Fue una mujer con una personalidad muy especial, ella decía que encontraba la felicidad al salir a la calle y dar una mano a la gente.
En uno de los momentos más difíciles de la historia de nuestro país es detenida y acusada de concientizar; una vez liberada vuelve al barrio donde continúa su labor.
Años después su congregación decide mudarse a un lugar en la zona de Millán, esto no fue impedimento para ella que siguió acompañándonos y trabajando por su barrio.
Así fue pasando el tiempo; participaba en todo lo que podía, hasta que ya no se lo permitió su enfermedad. Aquella luchadora ya no podía salir como le gustaba pero siempre estaba a la espera de noticias de la comunidad.
Dejó su vida terrenal el 24 de julio del 2015.
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