En la tarde del martes tuvimos un nuevo encuentro de lectura orante de la Biblia de la comunidad de la capilla N. S. de La Luz.
En esta oportunidad meditamos el texto de Hechos 20,13-38, donde contemplamos a Pablo despidiéndose de los presbíteros de Éfeso.
En este discurso el Pablo lucano transmite su último deseo y testamento. Pablo medita sobre su obra pasada en Éfeso, sobre su relación con los ancianos que ha convocado, y les previene sobre su función en los peligros que se avecinan para la Iglesia allí. Les recuerda su humilde servicio al Señor, sus dolores y pruebas, y las conjuras tramadas contra él; también cómo predicó el arrepentimiento ante Dios y la fe en el Señor Jesús. Pablo sabe que ha sido llamado para sufrir por el evangelio que predica. Aconseja a los ancianos que se mantengan vigilantes sobre la iglesia en Éfeso y que sean buenos pastores de ella. Deben guardarse de los lobos que buscan destruirla. Finalmente, Pablo les recuerda que él no dependió de nadie para su mantenimiento y les recomienda esa práctica. Sabe que no les verá ya más e implora que la bendición y la gracia de Dios desciendan sobre ellos. Es una forma apropiada para que el lector cristiano de los Hechos recuerde a Pablo.
Al final meditamos una canción que ahora compartimos con ustedes.
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