36. No faltan los
momentos difíciles. El 10 de Febrero de 1988 el barrio fue conmocionado por un
procedimiento policial desusadamente espectacular en torno a la casa
parroquial. Dos menores que habían cometido un robo se refugian allí y la
policía comienza a disparar a través de ventanas cerradas poniendo en peligro
la vida tanto de los menores como del P. Pablo y Luis, un seminarista que
estaba adentro. No finalizó en una tragedia porque Pablo, arriesgándose en
medio de disparos logró llegar hasta un grupo de policías que había ingresado a
la casa parroquial por una ventana y advertirles que no había resistencia.
Pocos días después se llevan preso al P. Cacho quien pasa toda una noche en la
comisaría por querer salir de garantía de que una señora del barrio San Vicente
se iba a presentar a la policía y evitar así que ella pasara allí toda la
noche.
Cuando al otro día el P. Pablo va a interesarse por Cacho a la comisaría lo detienen también a él por hablar con un detenido. El 15 de mayo roban la camioneta de la parroquia.
Cuando al otro día el P. Pablo va a interesarse por Cacho a la comisaría lo detienen también a él por hablar con un detenido. El 15 de mayo roban la camioneta de la parroquia.
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