27. Al año siguiente (1977) llega Rubén Alonso, conocido por todos como "el Padre Cacho". Vivió
unos meses en la casa parroquial y luego, siguiendo un llamado muy profundo
que había ido madurando en los últimos años, decide compartir su vida y su
suerte con los más pobres: se muda al Plácido Ellauri.
No lo resolvió solo. Lo
hizo luego de un discernimiento en el seno del Consejo Parroquial y contando
con el apoyo de toda la comunidad y de una señora muy humilde llamada Dora que
vivía en el Plácido y lo fue introduciendo en aquella realidad.
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